Ayudar a nuestros hijos a ser autónomos
Dar ayuda es un impulso básico de muchos seres humanos. Tiene una vertiente personal que se define desde la satisfacción y otra social que se describe desde la tendencia altruista. Como ya nos confirmó hace varias décadas Richard Dawkins en “El gen egoísta”, ambas son las dos caras de la misma moneda. Cuando nos sacrificamos por alguien o algo, las consecuencias derivan en una actitud altruista que es inseparable de nuestro propio sentimiento de satisfacción, incrementado por lo mal que nos sentiríamos si nuestra acción hubiese ido en sentido contrario (omitir un ayuda que podemos dar). Nos sentimos bien cuando damos ayuda; nos sentiríamos mal si no lo hiciéramos. Sigue leyendo